Las antenas de televisión solo poseen cierto rango, por lo que trabajan a toda su capacidad para alcanzar la señal. Cuando agregamos un amplificador de señal, le estamos proporcionando más potencia al televisor para alcanzar la señal. Esto se debe a que el ancho rayo de la antena se maximiza con el amplificador.
Estos amplificadores tienen el tope de su rendimiento cuando la salida de la antena se encuentra conectada directamente al amplificador. Muchas instituciones concuerdan en que los amplificadores de señal se conectan de forma directa a la antena, más que a cualquier divisor VHF/UHF (frecuencia alta o ultra alta) o línea adicional. Este concepto aplica tanto para antenas de televisión internas en el hogar, como a antenas exteriores. De cualquier forma, lo más recomendable es ubicar el amplificador tan cerca de la base de la antena como sea posible.
La mejor recepción es obtenida cuando la antena se instala en un sitio alto del hogar, idealmente en el techo del mismo. A pesar de esto, los amplificadores funcionan muy bien cuando se colocan en antenas internas del televisor.
Instalar un amplificador en una antena solo requiere de conectar el cable de alimentación en la pared antes de poner la salida de la antena al enchufe del amplificador en sí. Los amplificadores exteriores deben ubicarse en la base del poste de la antena. Usualmente traen una vara en forma de U y los sujetadores del amplificador alrededor de la base de dicho poste.
En cuanto al cable eléctrico (puede requerir extensión) puede conectarse a un enchufe de corriente siempre y cuando el cable de corriente de la antena esté conectado directamente al amplificador de señal. La corriente eléctrica conducida a través de la antena maximiza la capacidad del televisor, así como también capta la señal de las torres de antenas de televisión en el área.
Potenciando la señal de televisión
Como hemos mencionado previamente, las antenas comunes de televisión solo pueden trabajar hasta cierto rango. El amplificador de señal básicamente adiciona más potencia a la capacidad de llevar señal al televisor. Si contamos solamente con la mera antena común, puede que el televisor no tenga acceso a ciertos canales, y los que alcanza de forma predeterminada pueden presentar problemas de señal si el satélite está muy alejado.
Los beneficios del amplificador
Amplificar la señal quita muchos dolores de cabezas asociados a los televisores. La imagen y el sonido del mismo suele mejorar de forma significativa. Si la señal se potencia, evidentemente tendrá más estabilidad, por lo que los problemas de intensidad o imagen inestable se eliminan.
Cabe destacar que cuando las condiciones climáticas son complicadas, o las torres de las antenas de televisión presentan fallas, el amplificador de señal no lograra ayudar mucho, pues el problema estará en la señal originaria.
Los amplificadores también son bastante prácticos en cuanto a tamaño. Los de carácter externo suelen ser de 4 y 6 pulgadas de largo, haciéndolos poco distinguibles en altura. Los internos suelen ser un poco más grandes, entre 6 y 12 pulgadas de largo. Estos amplificadores internos suelen ubicarse encima del televisor, o encima de reproductores VCR/DVD.
Desmintiendo realidades de los amplificadores de señal
El común denominador suele pensar que si su televisor no tiene señal, o si la recepción del mismo es pésima, el amplificador resolverá todo.
Esta situación no es del todo correcta. El amplificador solo puede ayudar hasta cierto punto la señal existente, es decir, si la señal originaria es verdaderamente mala o inexistente, el amplificador no va a funcionar para resolver este problema.
El ejemplo más equivalente aplica con los dispositivos celulares, y los amplificadores de señal de teléfono. Si el área donde te encuentras tiene muy mala o nula recepción, el amplificador de celular no te asignara una buena señal, pues la misma que él debe amplificar no cumple con los parámetros de funcionalidad adecuados.